ARQUITECTURA
PRINCIPEÑA: DESARROLLO Y PRINCIPALES CARACTERÍSTICAS
A finales de este
siglo, la arquitectura también experimentó un significativo auge. Se definen, a
partir de las edificaciones religiosas, los más importantes conjuntos
arquitectónicos y sus plazas: la de Armas o Mayor, la Merced , Santa Ana, la Soledad y San Juan de
Dios. Estos configuraron un sistema de espacios públicos que sirvieron de
referencia a las actividades de los principeños de entonces. Esta
característica le valió a Camagüey el apelativo de “Ciudad de las Iglesias”.
En el siglo XIX se
erigen los barrios San José y El Carmen, este último
uno de los entornos más conservados de la
época.
De este período, aún
se conserva el encanto de la huella
arquitectónica colonial, aunque más escasa y ubicada muchas veces en
interiores.
Es muy frecuente el
arco carpanel, como marco de puertas que a menudo se hayan flanqueadas de
gruesas pilastras truncas, mientras que las grandes puertas clavadizas tienen
hojas o postigos recortados en línea ondulada que sugiere influencia mudéjar.
Puede decirse, así
mismo, de los arcos que comunican el zaguán con el interior de la casa,
compuestos de lóbulos y curvas de gran variedad y originalidad en el trazado.
Típicos de esta
arquitectura son los aleros de tornapuntas, empotrados en los muros. Sus
torneados, atestiguan un uso inteligente de maderas criollas.
Los patios
interiores, componente de transición entre la arquitectura colonial y la
ecléctica, con o sin galerías, constituyen un elemento de identidad local, con
amplios colgadizos, rejas, rica vegetación y tinajones repletos de agua. Los
tinajones de barro, tradición que se consolidó con el fin de almacenar agua de
lluvia durante los frecuentes periodos de sequía, devinieron símbolos de la
ciudad y le valieron la denominación de “ciudad de los tinajones”.
La tradición alfarera
es fácilmente reconocible en la ciudad. El barro, material local utilizado para
la elaboración de ladrillos de construcción, tejas, pisos, tinajones y más
contemporáneamente obras de arte, otorga un color característico a la
volumetría y ambiente del conjunto.
Desde el punto de
vista monumental, las construcciones religiosas son más importantes que las
domésticas. Se destaca, entre ellas, la iglesia de Nuestra Señora de la Merced , situada en el
centro de la ciudad, y constructivamente una de las más importantes del país.
También sobresalen
edificios públicos como el antiguo Ayuntamiento, hoy sede de la Asamblea Municipal
del Poder Popular.
Las características
del estilo ecléctico de finales del siglo XIX y principios del XX, con sus
fachadas esbeltas jerarquizadas por molduras de rica decoración y balaustradas
en su mayoría lumínicas, son las que predominan en el Centro Histórico. A las puertas
de tableros la acompañan las características ventanas de persianería francesa,
con el señorío del hierro, que hace presencia en barandas y rejas, siempre de
abigarrados diseños.
Otras edificaciones
muestran galas peculiares del Art Noveau, el Art Decó, románticas,
protorracionalistas y del movimiento moderno, a veces, de un modo modesto
quizás, pero representativo de los estilos que ostentan.
Puerto
Príncipe: cuna de trascendentales sucesos y figuras de la cultura nacional.
Entre 1604 y 1608 fue
escrita en Puerto Príncipe la primera obra literaria cubana conocida: “Espejo
de paciencia”. Su autor, el canario Silvestre de Balboa-Troya y Quesada,
ejercía como escribano del Cabildo.
El 8 de septiembre de
1734, y con motivo de la inauguración de la Iglesia de la Caridad , se da inicio a una de las tradiciones de
mayor repercusión económica y sociocultural de la otrora Villa de Santa María
del Puerto del Príncipe en la región: Las Ferias de la Caridad.
Las Ferias,
estuvieron celebrándose en la barriada del mismo nombre hasta que en 1856 se
trasladan hacia un lugar de extensas áreas al aire libre, más apropiado para
este tipo de evento. Este sitio, el cual mantiene significativa jerarquía en la
vida del lugareño, trascendería con el nombre de “Casino Campestre”.
El más antiguo
cementerio que actualmente funciona en Cuba es el de Camagüey, inaugurado en
1814. Junto a sus valores monumentarios, descansan allí personalidades de la
historia, la cultura y el arte del Camagüey.
En 1842 se funda la Sociedad Filarmónica
de Puerto Príncipe, asociación que tuvo significativa incidencia en la vida
cultural y aglutinó a importantes
figuras del pensamiento y la acción en la época.
El San Juan Camagüeyano,
tradicional celebración de pueblo que se efectúa del 24 al 29 de junio cada
año, tuvo sus orígenes a principios del siglo XVIII y es uno de los festejos
más antiguos del país. Los expertos lo consideran un complejo de tradiciones,
pues abarca desde manifestaciones músico-danzarias hasta comidas típicas.
Gaspar Betancourt Cisneros,
El Lugareño, uno de los más trascendentales pensadores del siglo XIX cubano,
fue precursor del ferrocarril en Cuba. Bajo su iniciativa se construyó, en
1846, el tramo que unía a la ciudad de Puerto Príncipe con la costera Nuevitas. Fue el
segundo que se construyó en el país, sin embargo, sus gestiones fueron
las primeras realizadas en tal sentido.
Entre las
celebridades de la cultura nacional nacidas en Camagüey se encuentran:
Gertrudis Gómez de Avellaneda (Tula), Aurelia del Castillo, Nicolás Guillén,
Mariano Brull, Emilio Ballagas, Enrique José Varona, Fidelio Ponce de León,
Luis Casas Romero, José Marín Varona, Jorge González Allué y Felipe Pichardo
Moya.
Tula, es considerada
la principal dramaturga cubana del XIX. Por su parte, Nicolás Guillén se
reconoce como el Poeta Nacional, no solo por sus aportes estéticos de esencial
cubanía, sino por su compromiso con las causas sociales del pueblo cubano.
El Centro
Universitario de Camagüey se creó en 1967 y en 1975 La Universidad de
Camagüey, primera institución de su tipo creada por la Revolución.
APUNTES
HISTÓRICOS DEL CAMAGÜEY
A partir del primer
cuarto del siglo XIX, Puerto Príncipe se comienza a destacar por su espíritu de
rebeldía. Sobresale entre los primeros ejemplos Francisco Agüero Velazco (Frasquito),
quien en 1825 se encontraba en el exterior para apoyar la proyectada avanzada
internacionalista de Simón Bolívar a Cuba.
En enero del año
siguiente es detenido por las autoridades de la metrópoli española, en unión de
Andrés Manuel Sánchez Pérez; ambos son condenados a la pena máxima y ejecutados
el 16 de marzo de 1826 en la antigua Plaza de Armas (hoy parque Agramonte).
También la Historia recoge el
ejemplo de Joaquín de Agüero y Agüero, quien resultó el primer compatriota que
dio la libertad a sus esclavos, ocho en total, el 3 de febrero de 1843. Firmó,
además, una Declaración de Independencia el 4 de julio de 1851, y encabezó un
combate frontal entre cubanos y españoles el 13 de julio de1851, ambos aspectos
inéditos hasta esos momentos. Fue fusilado en unión de sus compañeros, Fernando
de Zayas, Tomás Betancourt y Miguel Benavides, el 12 de agosto 1851.
Salvador Cisneros
Betancourt, Marqués de Santa Lucía y hombre de excepcionales ideales
independentistas, resultó el revolucionario de más larga hoja de servicios a la Patria en la región.
El camagüeyano mayor,
Ignacio Agramonte y Loynaz, dejó la más notable impronta en la guerra de 1868,
legado cuya significación se puede apreciar en el hecho de que con orgullo la
gente del Camagüey nos denominamos agramontinos (as), siendo el único héroe
epónimo de una provincia en Cuba. Protagonizó junto a 35 jinetes, el rescate de
Sanguily, epopeya gloriosa que lo consagrara como líder y le mereciera el
respeto y la admiración de generaciones enteras.
En agosto de 1925, se
funda en Camagüey la
Confederación Nacional Obrera de Cuba (CNOC), organización
que protagonizó combativos episodios en la denominada Revolución del 30.
El 21 de octubre de
1959 tuvo lugar la desarticulación del complot contrarrevolucionario comandada por
Hubert Matos, momento en el que se protagonizaría lo que quizás fuera la Primera Marcha del
Pueblo Combatiente en Cuba, encabezada por el líder de la Revolución Cubana ,
Fidel Castro y el entrañable Camilo Cienfuegos.
CENTRO
HISTÓRICO DE CAMAGÜEY. JOYA DE LA NACIÓN CUBANA, JOYA DE LA HUMANIDAD
El Centro Histórico,
principal testigo de la riqueza patrimonial de la ciudad, fue declarado
Monumento Nacional el 10 de noviembre de 1980; tiene una extensión aproximada
de más de 300
hectáreas , y es considerado el más extenso de Cuba.
En el Centro
Histórico, mayormente residencial, habitan una población de aproximadamente 58
200 personas, con un coeficiente de hacinamiento de 3,9 y una densidad de
194,29 habitantes por hectáreas.
Luego de un trabajo
sostenido por la preservación y enaltecimiento de los mejores valores
atesorados en el Centro Histórico, es presentado a la UNESCO un Expediente con la
propuesta de incluir a una parte representativa del mismo en la lista del
Patrimonio Mundial. Propuesta que fuera aprobada el 7 de julio de 2008, en la
32 reunión del Comité del Patrimonio Mundial de esta organización.
La zona declarada
Patrimonio Cultural de la
Humanidad posee una extensión superficial de 54 hectáreas , 79 manzanas
y 83 edificios de valor, y comprende el
núcleo más antiguo de la ciudad y del Centro Histórico, así como los cinco
espacios que marcaron su origen: Parque Agramante, Plaza del Carmen, Plaza de
San Juan de Dios, Plaza de los Trabajadores y el Parque Martí.
En la misma se encuentra
la síntesis y sedimento de las diversas expresiones culturales y de las
diferentes etapas de su evolución.
Transitar por esta
zona permite apreciar mágicos ambientes urbanos intrínsecamente ligados a la
historia y la cultura, donde la arquitectura y el urbanismo son consecuencia de
la impronta humana en cada período.
El complejo sistema
de plazas y plazuelas, donde la vinculación templo, feligresía, plaza y trama,
propios de la ciudad cristiana hispánica armonizan magníficamente, se
complementa con edificios civiles y de vivienda que se conjugan en un todo
unitario, pero heterogéneo, y con un rico patrimonio intangible lleno de
leyendas, tradiciones, costumbres vivas y un notable desarrollo cultural.
El Centro Histórico de
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