SíGUEME Y ADELANTE

24 de septiembre de 2012

TRES TEATROS CAMAGUEYANOS


Acompáñenme a dar una vuelta por tres de los teatros emblemáticos de la ciudad de Camaguey, teatro Tassende,teatro Principal y Teatro Avellaneda, -el más antiguo y memorable-. Patrimonios de Camaguey e iconos de la cultura comunitaria.  Algo más que nos identifica como Camagueyanos reyoyos junto al Tinajón, el sublime y didáctico epitafio  a la hermosa mulata Rondón, los callejones y los balaustres coloniales. Les deseo una buena lectura. Entonces pues... ¡que se abra el telón!





Sala Teatro José Luis Tassende


SALA TEATRO JOSÉ LUIS 

TASSENDE


Esta institución lleva por nombre José Luis Tassende, joven revolucionario que participó en el Asalto al Cuartel Moncada. Mártir de la localidad de Manzanillo. Nacido el 15 de enero de 1925, en Manzanillo,

Historia:La historia de la Sala Teatro José Luis Tassende, de Camagüey, se remonta a los años 1820, del siglo XIX. En la primera etapa, se construyó el teatro "Fénix", por parte del dominicano Miguel Carmona, y ya en su segunda etapa, de 1851 a 1852, se reconstruye por el Callejón de Agosto, hoy Calle Popular.
Radicó por algunos años la Sociedad Santa Cecilia. Posteriormente, en 1926, se realizan labores de acondicionamiento a los camerinos y entradas al Colegio de las Teresianas, hasta finales de la década de 1950.
En 1961 lo ocupa el hoy Conjunto Dramático de Camagüey. El Teatro "José Luis Tassende" cuenta con 449 lunetas.
Valores patrimoniales:
El edificio está sito en calle Popular #51. Comenzó a construirse sobre los antiguos solares donde existiera el teatro "El Fénix".
Las obras se iniciaron en 1939 y concluyeron en 1957 para destinarlo al Colegio Religioso Teresiano, encargado de la enseñanza femenina.
Contó desde este mismo año de una sala teatro la cual fue visitada tras el triunfo de la revolución el 14 de noviembre de 1961 por el Comandante y Guerrillero Heróico Ernesto Che Guevara.La fachada está trabajada y decorada con figuras florales, presentando dos entradas principales, una que permite el acceso al área de la escuela.
La fachada que da a la calle Padre Valencia fue construida en 1945. En el interior hay columnas con capiteles toscanos de agradable apariencia en su repetición. La carpintería usada en las puertas principales insinúa el romanticismo de la época, presentando formas ojivales talladas en la misma madera.
Este edificio por todos sus elementos decorativos y la época en que se construye, puede clasificarse dentro de las corrientes eclécticas de principio de siglo.

Es uno de los teatros con que cuenta la ciudad de Camagüey. Sito en  Calle Popular # 51 entre Padre Valencia y López Recio, Camaguey, Cuba. Telefono: 29 2164

Tomado del Portal Cultural Principe
Enero 12, 2012





TEATRO PRINCIPAL-

Teatro Principal de Camagüey. Cuenta con una rica historia que se inició en 1847. Este coliseo abundante en mármol y cristal, sigue siendo hoy anfitrión de importantes acontecimientos culturales; es la Sede de el Ballet de Camagüey, está ubicado en la capital provincial.
Inaugurado oficialmente el 2 de febrero de 1850, efemérides de fundación de la Villa de Santa María del Puerto del Príncipe, establecida en 1514. Ya desde la década del 30 de ese siglo los hacendados príncipeños albergaban la idea de construir un teatro, motivados por la inauguración del Teatro Tacón en La Habana, en 1838. Estos propósitos solo pudieron concretarse casi diez años más tarde, gracias al desarrollo económico alcanzado por Puerto Príncipe.

En 1847, por convocatoria del gobernador Don Juan de Orozco, un grupo de acaudalados habitantes del Camagüeyacuerdan crear una Sociedad Anónima para la construcción del teatro, para cuyo fin aportan $40 000 pesos cada uno.

En febrero de 1848 quedaría legalmente constituida la llamada Sociedad Anónima para la formación de un teatro en Puerto Príncipe; en agosto de ese propio año se echaron los cimientos en un solar ubicado en la calle Jesús María y José, actualmente Padre Valencia y en octubre comenzó a levantarse la edificación, bajo la dirección del oficial de ingeniero comandante Juan Jeréz Arraga.
La inauguración del Teatro Principal resultó un importante acontecimiento social y, a pesar de los altos precios de las entradas, la cantidad de público rebasó la capacidad real del teatro. Se escogió a la Compañía habanera de Opera de José Miró, Maestro de Piano y Canto Español contratada en La Habana, la cual presentó la "Norma" de Ballini, que junto a "Sonámbula" y "Lucía" cubrieron el primer mes de funciones.
Un mes después de su apertura, se comenzó a valorar la posibilidad de construir otro teatro para acoger a las compañías teatrales que no pudieran presentarse en el Principal, con entradas a menor costo; es por ello que, el 2 de junio de 1851 se inaugura el teatro "El Fénix" hoy Sala Teatro "José Luis Tassende".
El teatro tenía una capacidad para 1500 espectadores, cómodamente sentados, distribuidos en platea, palcos principales, tertulia y cazuela. Para una correcta ventilación se dotó de suficientes puertas y ventanas. El escenario era de grandes dimensiones y se contaba con elementos escenográficos de utilería, vestuarios e iluminación acorde a la época; estaba considerado como uno de los mejores del país por sus condiciones acústicas.

Evolución

En sus primeros 18 años El Principal acogió a la gran mayoría de las compañías dramáticas que llegaban al Camagüey, destacan entre ellas: Los Robreño, Manuel Argente, Vicente Segarra, Joaquín Ruiz, Zafranés, José Navarro y otros.
En 1868, luego de estallar la Guerra de los Diez Años las medidas dictadas por España para contrarrestar la insurrección influyen, inevitablemente, en la vida intelectual y teatral de la provincia. A finales de ese año el Principal fue ocupado por las tropas militares españolas, como Cuartel del Batallón de Cazadores Voluntarios.
En 1872 desalojan el local y lo entregan a alguno de sus socios, quienes lo alquilaron para otros menesteres.
Al reanudarse las presentaciones teatrales sólo se ponían en escena obras patrocinadas por la Sociedad Casino Español, por consiguiente, el teatro se convirtió en un vocero propagandístico de las fuerzas peninsulares.
Con el reinicio de la contienda en 1895 nuevamente se interrumpen las presentaciones y el local vuelve a ser utilizado con fines militares por los españoles, quienes al concluir la guerra lo entregan en deplorables condiciones.
En los primeros años de la República la empresa propietaria realiza algunas transformaciones al inmueble, en aras de embellecerlo; sin embargo, la aparición del cinematógrafo hace que las compañías teatrales vayan desapareciendo.
En mayo de 1920 ocurrió un lamentable incendio que destruyó en pocas horas al teatro, cuya parte delantera, casi toda de madera, fue devorada por las llamas, solo sus sólidos muros permanecieron intactos. Aún cuando, luego de las investigaciones, el informe oficial declaró que el siniestro había sido casual, entre el pueblo camagüeyano corrió el rumor de que manos mal intencionadas habían incendiado el Teatro; las pérdidas fueron valoradas en alrededor de medio millón de pesos.
Teatro Principal en Camaguey, CubaEn 1925 Manuel Ramón Fernández adquiere la propiedad del solar y crea, junto a Enrique Nimo y Piña y Ernesto Cuesta García, una sociedad civil -con un capital de 60 000 pesos- para la construcción de un nuevo teatro, el cual fue levantado aprovechando la estructura del antiguo edificio y se convirtió en un teatro de tres pisos con 785 lunetas, entre plateas y palcos; un segundo piso (balcony) con 178 lunetas y una galería con bancos que podía albergar hasta 400 espectadores. Contaba además con sala de espera en el primer piso y un salón para buffet, en los altos. A la fachada se le adicionó una marquesina que nada tenía que ver con su estructura original, para que las familias se bajaran de los vehículos sin mojarse en los días de lluvia; en la plaza, frente al edificio se construyó un pequeño parque.
El nuevo teatro se inauguró el 18 de marzo de 1926, el discurso de apertura fue pronunciado por el doctor Felipe Pichardo Moya y la compañía Sta. Cruz, en la que figuraba el entonces niño Narcisicu (el excelente actor Narciso Ibáñez Menta), puso en escena "La Bayadera", del alemán Emerich Kalman.
En 1927 Roberto Wilcox arrienda el teatro por veinte años para utilizarlo como cine, con este fin instala allí el "Vitaphone", conocido como "la maravilla de la pantalla hablada".
En la década del 50 aún se mantenía como cine, solo esporádicamente se presentaban algunas funciones teatrales, sobre todo de compañías de teatro vernáculo o popular. Por esta época, el inmueble pasó a manos de diferentes empresas, a saber: Armando Garrido, Paramount y Negrete.
Luego del Triunfo de la Revolución Cubana en 1959, se crea en Camagüey el Consejo Provincial de Cultura, el cual deviene organismo rector del trabajo a realizar en este sector. Se nacionaliza el teatro, que continúa funcionando como cine, al mismo tiempo que se presentan diversos espectáculos de variedades, teatro y danza.
Uno de los acontecimientos más significativos ocurridos en el Principal fue la primera función del Ballet de Camagüey, el 1 de diciembre de 1967, con las obras: La Fille Mal Gardée,Las Sílfides y el Pas de Trois del Primer Acto del Lago de los Cisnes.
A partir de 1982 comienza a celebrarse, con carácter bienal, el Festival de la Danza, auspiciado por el propio Ballet de Camagüey, donde notorias compañías danzarias nacionales e internacionales han exhibido su arte al público camagüeyano.
Cada dos años el Principal es sede además del Festival Nacional de Teatro, uno de los más importantes certámenes del movimiento escénico cubano.

Características actuales

Cuenta con 784 lunetas distribuidas en:
Platea (443).
Palcos 2do piso (56).
2do piso (93).
3er piso (192)
Su escenario mide 12 metros de ancho por 15 de fondo, con dos cámaras, una negra y la otra azul, su telón de boca es rojo; además de una cortina azul que funciona como americana. Posee 39 varas para la escenografía y las luces; dispone también de un foso para la orquesta. En la parte trasera del escenario existen 8 camerinos y uno de cambio rápido en un costado; en el segundo piso están situadas dos cabinas para el control de las luces y el sonido.
Tomado de EcuRED
Joseph Alden Springer ◄Leer más siobre Camaguey.

E-mail
ImprimirPDF

LAS HISTORIAS DEL 

TEATRO AVELLANEDA

Por Eduardo Labrada Rodríguez

Pues bien, luego de una activa publicidad, el martes 13 de mayo de 1913, a las ocho de la noche, y bajo un torrencial aguacero propio de la época, se inauguró elteatro La Avellaneda. Que es el edificio construido en una de las esquinas de las calles de ese mismo nombre y la antigua Estrada Palma, hoy Ignacio Agramonte.
El terreno sobre el que se levantó el inmenso edificio, se encuentra al fondo de la iglesia de Nuestra Señora de la Soledad, que data por lo menos desde el medio día del siglo XVIII. Con anterioridad radicó allí una plaza donde se montó a un extremo una especie de valla techada, retablo o entablado donde se ofrecieron algunas sobras y ferias, casi hasta los finales del siglo XIX.
Sin embargo ya ese espacio tenia mala fama, pues se sabía que a la construcción de la iglesia siguió el del cementerio de la misma, levantado allí por ser un lugar alto y alejado de las tierras bajas que estaban frente a la iglesia y donde de antiguo existió una laguna.
En los inicios del siglo XX un próspero comerciante de apellido Guarch, propietario de una fábrica de velas y otros negocios menores, compró el solar a muy bajo precio con la idea de dedicarlo al negocio teatral. O sea, que iba a mejorar la valla y darle forma oficial de teatro.
Este Guarch tenía la fábrica en la quinta La Norma, también de su propiedad orillada al río Hatibonico, al centro este de la ciudad, quinta que con el tiempo se convirtió en el actual reparto La Norma.
Aquel fue en realidad un teatro monumental para la época, superado solo por el añoso Principal, pero más moderno en su concepción como teatro de variedades teatrales. Tal ve algo así como el Alhambra, algo burlesco. En definitiva chocó con la reticencia de los lugareños quienes por demás consignan en su rancio patrimonio cultural el nombre de La Avellaneda.
Por la época de la inauguración del teatro, si bien se hablaba mucho de la maravilla del cine el país, que por entonces era silente, se conocía poco, aunque no es de dudar que Guarch, agencioso  según la historia, sumara la proyección de películas en el edificio que a la postre, y contra todos sus cálculos le dejó al borde de la ruina.
Entonces y según las crónicas de la poca, en el día de la inauguración, para darle mayor lucimiento, el Ayuntamiento ordenó suspender otros programas culturales en la ciudad, entre estos un baile en La Popular y las funciones del teatro Principal. La prensa dijo que “Fue el espectáculo más extraordinario y sorprendente que ha presenciado Camagüey en muchos años….”.
En realidad lo fue porque incluso el programa de inauguración, donde hubo oradores, copas de champán y discursos, fue acompañado por una función lírico – literaria, organizada por artistas camagüeyanos que finalizó con el Himno Glorioso a la Tula, cantado por 26 jóvenes de la ciudad.
El teatro tenía capacidad para 800 personas en la primera planta, así como diez palcos; una segunda planta y sobre ésta la cazuela o “gallinero” donde asistían personas que, a bajo precio, podían disfrutar igualmente de las funciones. Un relieve con el rostro de la poetisa coronaba el edificio y por su magnifica acústica el escenario fue uno de los mejores del país.
Por la Avellaneda pasaron muchas de las mejores compañías teatrales y líricas nacionales e internacionales que visitaron la ciudad, reportando a la vez un notable impulso a la cultura local.
Sin embargo, el 26 de diciembre de 1926 unas velas prendieron las cortinas del escenario y en poco tiempo, envuelto en llamas, el edificio se derrumbó sin que nada pudiera rescatarse, incluyendo aquella partitura del Himno a La Avellaneda del que jamás volvió a saberse.

Fue por esa época que comenzaron a circular versiones, pues era de suponer que como fue levantado sobre el viejo cementerio estaba “salao”. Otras coincidencias se sumaron a esa leyenda. Por ejemplo, que fue inaugurado un día 13 del año 1913, quemándose 13 años después. Pero además, corrió la versión del fuego intencional por el aquello del seguro.
En realidad Guarch no había asegurado el teatro ni los bienes que tenía, por lo que quedó materialmente en la ruina.Los escombros del edificio fueron abandonados hasta 1927, en que Alberto Mola, empresario entonces dedicado al negocio de las proyecciones cinematográficas, espacio donde la iba bien dado el auge que iba tomando la cinematografía.Este empresario fue quien monopolizó prácticamente esa industria de la proyección en la provincia. Además con los años estableció una cadena de cines, donde se insertaron las salas del Social, Apolo, Encanto, Principal y Alkazar. Algunos de estos entre los más importantes del país.

Lo primero que hizo Mola, muy hábil para el negocio de los espectáculos, fue alquilar una carpa de circo y en el Casino Campestre, con el nombre de Avellaneda, ofreció programas teatrales, mientras iba recaudando dinero para la reconstrucción del edificio.
En 1927 ya estaba en pie el nuevo teatro, donde se ofrecieron largas temporadas de zarzuela española, así como obras del teatro vernáculo. Por esas tablas desfilaron famosos artistas como Esperanza Iris, Arquímedes Pous y Ramón Espigul.
Claro que Mola no pudo levantar solo el Avellaneda. Tuvo que asociarse con la entonces firma de Proyecciones de Películas Santos y Artigas, quien convirtió al cine- teatro, en un local muy moderno. Dotándolo de proyectores y pantalla y haciéndole perder su encanto teatral que ya no volvió a recuperar.
A pesar de esa popularidad como cine, con el tiempo la enorme estructura del Avellaneda se fue deteriorando. Ya a finales de la década de 1950 era un cine de tercera y luego de 1960 se hizo un intento de revitalizar ese espacio, convirtiéndolo en cine Pionero, dedicado a películas infantiles, pero eso no prosperó y finalmente cerró y así estuvo por años, aunque prestando servicios ocasionales a las artes.
Dada su ubicación en el centro histórico de la ciudad, existen proyectos ya en ejecución por parte de la Oficina del Historiador de la Ciudad de Camagüey, a fin de darle nueva presencia y uso a esa sala como parte de la cultural local, rescatando una obra cuya historia se encuentra vinculada a los recuerdos de muchas generaciones lugareñas.