SíGUEME Y ADELANTE

25 de mayo de 2012

BRIGADA HERMANOS SAÍZ Tras los visillos del tiempo.

Por Ernesto R. del Valle.
Poeta del Mundo
Editor Revista Guatiní.


Me decido a editar nuevamente este artículo a fin de que las nuevas generaciones de escritores y artistas, en Camaguey, conozcan la odisea de un grupo de muchachos que a su edad, se propusieron conquistar el cielo. A fuerza de voluntad espartana con la candente lucha de intereses patrios por medio luego de la Victoria de Girón. Aquí queda, una parte de la historia en la que se forjaron los primeros jóvenes fundadores en la BHS (Brigada Hermanos Saíz.

UNA INTRODUCCIÓN NECESARIA.

Para enfrentar este trabajo, hube de visitar en varias ocasiones la Biblioteca Provincial Julio A. Mella, en Camagüey y, en un arduo trabajo de recopilación de datos, junto al flaco, el poeta Roberto Rivacoba, hice un trabajo de pesquizaje, página por página, en el periódico Adelante de nuestra provincia, entre las ediciones de 1964 a 1971, entre notas de prensa, y numerosas publicaciones a la BHS
No quise hacer solamente uso de la memoria. Sino estar respaldado de manera bibliográfica por la importancia de la veracidad de los hechos, o obstante el recuerdo personal de aquella época, está plasmado también en estas cuartillas.
En primera instancia deseo traer a estas páginas un fragmento del poema
“Estoy por hablar de los otros y de mí, cuyo autor, Eduardo López Morales (Eddy), hubo de conocer de estas fiebres y entusiasmos apocalípticos y vehementes. Cito:
“Solo me permito una advertencia: no hay que creer demasiado
En lo que decimos, lo óptimo sería esperar por los hechos
Los tangibles, comprobables y siempre alcatraces hechos
Que mañana, cuando ya no merezcan importancia,
Porque ya no son posibilidades, serán estudiados y observados
 con saña por aquellos que cometerán otros hechos tan absurdos
 y espléndidos como los nuestros, Entre tanto me dispongo
a salir de mi casa a sembrar, a maldecir, a enamorarme
de esta sociedad hermosamente insólita.”
La brigada, como cariñosamente la llamamos aún hoy, fue por principio una institución aglutinadora; sus Estatutos no permitían la inmovilidad de sus miembros. Fue dinámica en el desarrollo de las actividades y promovía con intransigencia la valoración colectiva, es decir, no había la posibilidad de que se crearan las amargas “piñas” que tanta indigestión ha provocado en otros organismos.
Toda generación que surge y comienza a desarrollarse, sea del campo de la ciencia o del arte, está signada por fuerzas objetivas que le muerden el flanco y le hace marcar el paso y el ritmo de la marcha. No es reiterativo ni ocioso recordar esos tiempos, duros y complejos, ya que el hombre, -se sabe- como ente social, actúa según el medio que lo acoge, transformándose y transformándolo. Esta premisa dialéctica lleva su contrario (como todo) en la propia formación de la conciencia que va creando. El “status: económico, político y social, dirige inexorablemente la vida, la acción de los miembros de toda sociedad.
La realidad histórica de la época en que surge la BHS, estaba regida por una gran marejada de fuerzas que se anteponía. En el orden político, la lucha interna contra el proceso revolucionario, trataba de destruir por todos los medios, los valores esenciales de defensa de lo ya conquistado.
Algunos miembros de la Bgda.  2506 prisioneros
de la Milicia  obrera y campesina, cubana
No debemos olvidar que el Ejército Rebelde, junto a las milicias y la PNR, hacía solamente tres años atrás (1961), había destrozado en Girón a las huestes de la Brigada 2506, formadas y  armadas por el exilio y que habían atacado nuestro Territorio.
Una vez brindadas las copas de la victoria popular, volvieron a hacer su aparición por las zonas montañosas del centro de la Isla, las bandas formadas por elementos infiltrados desde Miami, apoyados por la disidencia interna y campesinos temerosos a una represalia vengativa. Estas bandas trataban de hacer resurgir, desde las cenizas de la derrota sufrida en Playa Girón, sus aspiraciones político-económicas de recuperar las grandes propiedades, sus casas de juegos y prostitución (ya barridos para siempre del ámbito cubano),  sus tierras e industrias, hoteles y viviendas  en manos del Estado Cubano.
Los combatientes de Girón y los que posteriormente se alistaron a las Fuerzas contra bandidos LCB, los héroes y mártires de aquella contienda, defendían los principios proclamados ya, durante el sepelio de las victimas del bombardeo a la ciudad de La habana, el día 15 de abril de 1961, como preámbulo a la invasión.
En lo económico, toda la Isla era un hervidero productivo. Nuestra provincia camagüeyana, verdadero emporio cañero, cargaba sobre sus hombros el peso de todas las zafras, a las cuales comenzó a llamárseles “zafras del pueblo”. Todo el azúcar que EUA, se negó a comprar al Gobierno Revolucionario, fue adquirida por la entonces URSS. Ante la negativa de ser refinado el petróleo soviético en las industrias refinadoras norteamericanas, enclavadas en nuestro país, estas fueron intervenidas como solución al problema.
En el orden social, la Revolución había concluido, en 1961, la Campaña de Alfabetización, calificada como el acto cultural más humano realizado por un país latinoamericano en toda la Historia.
En Agosto del propio año, durante el Congreso Nacional de escritores y Artistas, uno de los temas tratados fue la creación de la UNEAC, siendo proclamado como Presidente Nicolás Guillén. Grandes obras de la Literatura Universal, como El Quijote de la Mancha., por el irrisorio precio de veinticinco centavos., del cual se tiraron cien mil ejemplares, fueron adquiridos en los Festivales Populares en toda la Isla
Los cuarteles convertidos en escuelas y el plan de construcción de nuevos planteles, garantizaban la educación del cien por ciento de los niños en edad escolar en todo el país. Instructores de Teatro, danza, música, artes plásticas, etc. Salían preparados para llevar sus conocimientos a todo lo largo y ancho de la Isla y el cine, con su magia redentora, llegó con el chispazo del proyector hasta lo más apartado del campo cubano, es decir, que el camino de la cultura, antes solamente transitado por unos pocos, se abría por primera vez a los obreros y campesinos ávidos de conocimiento y necesitados de la atención social y cultural. Era un hito histórico y un hecho editorial la Colección de Poetas de la Ciudad de Camagüey, editado por Samuel Feijoo en 1958. Recoge esta antología un total de 24 poetas los cuales representan los más variados estilos y formas de la poesía. Esta Colección recoge a todo aquel que presentara su trabajo, sin fronteras de edades y así, aparecen por ejemplo, Altagracia Sanz Agramonte, nacida en 1891 y Dolores Loret de Mola, nacida cincuenta años después.
Carlos Victoria y Fco. Garzón Céspedes
Toda esta abrumadora realidad, absorbía por completo a los jóvenes que comenzamos a reunirnos Francisco Garzón Céspedes, Carlos Victoria Olivera, Juan José Lara y Roberto Rivacoba, en la vieja casona de Estrada Palma 406, hoy Calle Ignacio Agramonte...
Discutíamos acaloradamente defendiendo cada cual, a capa y espada, los endebles versos, los sencillos párrafos que vertíamos en un papel cualquiera, casi con fiebre. El núcleo de jóvenes fue creciendo, gracias a la política de promoción que se llevaba adelante en los diferentes centros de estudios, trabajos, unidades militares, etc. Así llegó Pilliner Luke y Albio Pérez, del Teatro de Títeres; sonriente, entró por la ancha puerta de la sede de la UNEAC, guitarra en ristre, Miguel Escalona, también hicieron su aparición  Eduardo Sosa y Gelasio Padrón, con sus pinceles e iniciativas creadoras. Así llegó a nosotros, el hoy periodista y narrador Hilario García, entonces poeta terrible marcado por Maiacokovsy, que llevaba a su poética el chasquido de un pistoletazo.
Llegaron también el noble y gordo Oriol Marrero, y la hermosa profesora, espléndida como un lirio, Yolanda Fresnedo entre otros.
MIGUELITO ESCALONA
En la década del sesenta, el desarrollo del teatro en Camagüey dejó importante huella en el panorama cultural de la ciudad, Fue maravilloso el despegue que tuvo el Conjunto Dramático con obras dirigidas instintivamente por Manuel Villavella, Pablo Vervitsky y otros talentosos compañeros que llevaron a este grupo por caminos verdaderamente irrepetibles.  el CDC, representó a nuestro país en el II Festival de Teatro Latinoamericano, en 1964, con la obra del peruano Enrique Solari, Collacocha, y en el III Festival de 1965, con la obra Los prodigiosos, esta obra colocaría a su autor, el mexicano Hugo Arguelles, a la vanguardia de la joven dramaturgia de su país.
Entre los grupos de aficionados estaba el Manolo Zabalo, creado por los trabajadores de la entonces JUCEI. Este grupo ganó un importante prestigio entre los diferentes grupos de aficionados, montando obras de importancia, dirigido por Rogelio Meneses.
Surge por esos años el Pequeño Teatro de la Edad de Oro, dirigido por Bistermundo Guimaraes, quien a todo lo largo de estos años ha ganado importantes galardones junto al elenco de actores. La opera prima de este grupo, en su noche de estreno fue Las Babuchas de Alí Kazim, del autor Julio Peradejordi y versión teatral de la obra de la maestra, poeta, narradora y periodista habanera Renée Potts
Los Festivales de Teatro de Aficionados conformaban en buena medida el buen quehacer artístico y su desarrollo entre los sindicatos en nuestra provincia.
Bistermundo Guimaraes
Las Artes Plásticas tuvo también su máximo esplendor en aquellos años mediados del 60. La naciente escuela de Artes Plásticas en los altos de la casa de San Ramón esq. a Santa Rita, esbozaba de manera elocuente lo que sería la hoy prestigiosa Escuela de Artes Plásticas. Casi todos sus alumnos fueron miembros de la BHS, podemos citar a los entonces estudiantes Gabriel Gutiérrez, Nazario Salazar, René de la Torre, Eduardo Sosa, entre los más destacados. El entonces director de esta Escuela,  Vázquez Martín y sus profesores, Santos Serpa, Pancho Antigua y Héctor Molné, fueron decididos colaboradores  de la Brigada en las diferentes actividades que realizamos.

René de la Torre

En Julio de ese mismo año queda inaugurada una 


exposición de pintura de los miembros de la Brigada y el Equipo de Cultura de la UJC. Por la Brigada exponen Rafael Cuadrado, Julián Morales, Rubén Pilliner, Nazario Salazar, René de la Torre y Gabriel Gutiérrez



En Agosto de 1964, la UNEAC, en el marco de la Semana HS, y con el objetivo de captar artistas plásticos inaugura una exposición en el salón del Museo Ignacio Agramonte. Los seleccionados serían miembros de la BHS.

El 23 de setiembre de 1967, la UNEAC convoca, junto a la Delegación Provincial de Cultura y la UJC, a los artistas jóvenes no miembros de la BHS a participar en la Exposición Provincial de Artes Plásticas en homenaje al 21 de Octubre, Esta exposición tiene el objetivo de promover a los jóvenes artistas a la BHS. En Julio de ese mismo año queda inaugurada una exposición de pintura de los miembros de la Brigada y el Equipo de Cultura de la UJC. Por la Brigada exponen Rafael Cuadrado, Julián Morales, Rubén Pilliner, Nazario Salazar, René de la Torre y Gabriel Gutiérrez

En una de sus tantas visitas a Camagüey, el escultor Tomás Oliva felicitó el trabajo desarrollado por los artistas plásticos de Camagüey y comentó de manera favorable la Exposición montada por la Sección de Artes Plásticas de la Brigada en los salones del museo. En Agosto de 1964, la UNEAC, en el marco de la Semana HS, y con el objetivo de captar artistas plásticos inaugura una exposición en el salón del MuseoIgnacio Agramonte. Los seleccionados serían miembros de la BHS.

Héctor Molné
En 1967, sale a la luz la antología de POEMAS dedicada a los brigadistas mas sobresalientes a nivel nacional. Editada por Luis marré. La valoración que hace el compilador de esta antología pone de relieve el arte poético naciente y en desarrollo, como reflejo de la imagen vívida y palpitante. Era, por supuesto, el de la realidad tenaz y desbordante llevada a la poesía.
Esta valoración coincidente en los 29 autores seleccionados, convergía de manera concluyente con lo citado por Fayad Jamis y Fernández Retamar en el prólogo al libro Poesía joven de Cuba publicado durante el II Festival del Libro Cubano, refiriéndose a las características de la poesía de la generación de los años 50. Cito.
"Donde vio la imagen intentando desgarradoramente encarnar en la historia, vemos a la historia con el desafiante rostro de la poesía." Fin de la cita.
Los que de manera amorosa comenzaron a encauzar su propia praxis, por aquellos turbulentos y difíciles tiempos, recordarán que para escribir, pintar, hacer teatro o música, debía realizarlo bajo la luz primitiva de un mechón, en pleno campo de caña, con el machete o la guataca de labor a nuestro lado, en las condiciones más difíciles y en circunstancias peores. Cuántas veces en esa situación,  por falta de esa divina trinidad que es el papel, el lápiz y la luz, no voló al olvido, no se perdió para siempre una idea original,  una metáfora tentadora, un tropo afortunado?. Creo que varias veces sucedió a muchos esa terrible adversidad.
La generación pasada, la que nos antecede, estrechó en su momento la mano fraternal a los que surgíamos, inexpertos, como de un huevo de tinieblas. Escritores y poetas de prestigio, gente que nunca negó la ayuda necesaria con su crítica objetiva y certera.

Luis Suardiaz

Ya Escardó había liquidado sus deudas con la muerte pero estaban sus amigos; Luis Suardíaz; con menos grasa y más cabellos, Lucio Estévez el promotor carismático de la Brigada y de todas nuestras iniciativas, Raúl González del Cascorro, se acercaba de vez en vez, meticuloso y exigente con la palabra escrita como todo profesor

También teníamos a mano a Juan Ramírez Pellerano quien estaba dispuesto a dar una clase de preceptiva literaria a quien fuera, hasta en el mismo centro del patio del Círculo de Intelectuales, hoy Restaurant Colonial. Contábamos con el afecto del entonces joven lampiño Manuel Villavella y al ya  quejumbroso pero bueno y culto autor de las HONDAS DE ILUMINADAS PIEDRAS, nuestro abuelo José Oberto Caissé. ¿Cómo olvidar al jovial, al siempre jovial y sentencioso, decimista y amigo Santos Hernández y Hernández? ¿Quién de nosotros no sufrió siquiera una vez, su crítica de afilada navaja rozándole el cuello al incipiente cuento o al tierno verso acabado de salir del horno del corazón? ¿Y Francisco Antigua, el bonachón y talentoso Pancho, como lo llamábamos? ¿Cuánto aliento y consejos no dio a sus jóvenes alumnos de artes plásticas, miembros de la Brigada? Desde La Habana nos llegaba Branly: audaz como un loco y con su cabeza llena de sueños y telarañas, venía Helio Orovio, apabullante hasta el delirio; venía el flaco y jodedor Roberto Díaz Muñoz, con aquella boina verde olivo y aquel manojo de poemas mecanografiados, su primogénito LA CURA DEL SIAMES, libro galardonado más tarde con el premio de poesía 26 de Julio, 1971, bajo el nombre LIMPIO FUEGO   EL QUE YACE.

Llegaban Pablo Armando Fernández, César López, Manuel Díaz Martínez y venía aquel que declaró cierta vez estar fuera del juego, Heberto Padilla y la hermosa Belkis Cuza Male.
Nos visitaban, desde Santiago de Cuba, los bisoños miembros de la Columna Juvenil de Escritores y Artistas, Jesus Cos Causse, flaco como la palma y alegre como una maraca. El circunspecto casi abuelo de todos Efrain Naderau; venía también  el entonces estudiante de la Universidad de Oriente Waldo Leyva Portal.
Jesús Cos Causse
En 1970 sale a la luz la segunda antología de poetas junto a la de narradores procedentes de la BHS y los Talleres Literarios PUNTO DE PARTIDA es su nombre. Fue editada por Pluma en Ristre en una tirada de diez mil ejemplares. Los antologadores German Piniella y Raúl Rivero, premio entonces de poesía en 1969, con su libro PAPEL DE HOMBRE, comentan en la presentación lo siguiente” Cito.
En la selección de poemas no nos hemos inclinado hacia una  temática definitiva, la preocupación por la muerte, el amor, están presentes en la obra de estos jóvenes.
Con estas pocas palabras Raúl y Germán definían escuetamente a la generación de la post-guerra. Mas 



Waldo Leyva
adelante sentenciaban. Cito.
Unos llegarán a la meta, otros quedarán en el camino, ese es el riesgo.
De los poetas seleccionados en la Antología HNOS SAIZ, de 1967, cuatro éramos camagüeyanos: Carlos Victoria, Juan José Lara, Francisco Garzón Céspedes y el autor de este artículo.
Todos los demás miembros de aquella Brigada seguimos escribiendo, trabajando, viviendo, enamorándonos de esta sociedad hermosamente insólita, como dice Eddy, insuflados por el amor a lo que hacemos, sin apartarnos del rumbo, sin haber quedado en el camino.
Estoy plenamente convencido de que la BHS no aportó a a generación actual una escuela estética ni una determinada uniformidad estética en el quehacer artístico general. No formamos un núcleo literario ni artístico que influyera a nadie. Como organismo  colateral de la UNEAC, la Brigada se hizo eco de la promoción de valores, una agrupación de jóvenes que unían sus intereses y ganas de hacer en una época convulsa y fabulosa como lo fue la primera mitad de la década del sesenta y setenta.
Efraiín Nadereau
Somos la 1ra  generación de la Revolución del 59 y desempeñamos nuestro rol. Hicimos conmover los sentimientos de un conglomerado ávido de ver, escuchar, sentir el arte que se le ofrecía y en ese aspecto, pienso honestamente que la generación que nos precedió tiene de esa fuente buenas lecciones que aprender y llevar hacia adelante. Las esenciales vocaciones de los miembros de aquella primera Brigada Hnos Saíz, se encuentran multiplicadas en los miembros de la actual ASOCIACION HERMANOS SAIZ (AHS) tan a veces injustamente criticada. Las vivencias que enriquecen el panorama actual son totalmente diferentes en lo político, económico y social. Los tiempos actuales son ciertamente duros pero el pensamiento humano, la cultura universal, sigue elaborando las sustancias enriquecedoras que enaltecen nuestra condición de escritores cubanos, en esta sociedad. Han cursado cuarenta y cuatro años de renovada acción, días a semanas a meses, suman años pero también suman actitudes para enfrentar con decisión y amor, la obra cultural que represente la raigal costumbre del pueblo. Qué decirles a los actuales miembros de la AHS? Qué demostrarles?, tan sólo la vida que hemos estado dejando a pedazos en cada rincón de esta ciudad, entre sus piedras y leyendas rendidas al clamoreo de las multitudes que durante todo este tiempo ha asistido a su ilustración, a la formación de la memoria y su identidad cultural, en una Patria soberana.
Para esto los invito a observar, a investigar, no tras los visillos del tiempo, sino con las ventanas abiertas totalmente a la realidad de nuestra Isla.

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